El estudio de 85 años de Harvard sobre la felicidad sugiere que las relaciones sólidas, las actividades significativas y un estilo de vida saludable son clave para el bienestar a largo plazo. En concreto, centrarse en construir y mantener conexiones sociales sólidas, encontrar actividades que te den propósito y significado, y priorizar la salud física y mental puede contribuir significativamente a la felicidad.
Aproximadamente la mitad de nuestro nivel de felicidad se basa en los genes. Algunas personas simplemente están predispuestas a ser más felices y optimistas que otras. Pero eso no significa que no puedas aumentar tu nivel de felicidad si no es algo natural. De hecho, las investigaciones sugieren que el 40% de la felicidad de las personas proviene de las decisiones que toman.
¡Anímate a ser feliz!
Entonces, ¿cuáles son las decisiones correctas para ser feliz? Puedes inspirarte en los participantes del Estudio de Harvard sobre el Desarrollo de Adultos, uno de los estudios más longevos sobre la felicidad.
El proyecto ha seguido a 724 hombres desde su adolescencia en 1938. (Aún quedan aproximadamente 60 hombres, que ahora rondan los 90 años). El grupo estaba formado por hombres de diversos orígenes económicos y sociales, desde los barrios más pobres de Boston hasta estudiantes universitarios de Harvard. (Incluso el presidente John F. Kennedy formó parte del grupo original). A lo largo de los años, los investigadores han recopilado todo tipo de información sobre salud y cada dos años les preguntan a los miembros sobre sus vidas y su bienestar mental y emocional. Incluso entrevistaron a familiares.
Descubrieron que rasgos y comportamientos específicos se relacionaban con mayores niveles de felicidad en todo el grupo.
Saber cuándo dejar ir
A medida que envejecían, los participantes tendían a centrarse más en lo que les importaba y a no preocuparse por las cosas pequeñas como cuando eran más jóvenes, según el director del proyecto, el Dr. Robert Waldinger. Otras investigaciones respaldan esta mentalidad y han descubierto que los adultos mayores son más capaces de dejar atrás los fracasos del pasado. “Suelen darse cuenta de lo corta que es la vida y es más probable que presten más atención a lo que los hace felices ahora”, afirma el Dr. Waldinger.
Tú podrías hacer lo mismo. ¿Qué actividades te hacen feliz y qué te impide hacerlas? Recuerda tu infancia. ¿Qué disfrutabas de pequeño? ¿Cantar? ¿Jugar? ¿Dedicarte a ciertas aficiones? “Cuando eres mayor, tienes más oportunidades de retomar las actividades que asocias con la felicidad”, dice el Dr. Waldinger. Así que empieza a coleccionar monedas, únete a un coro o juega al póquer o al bridge.
Mantente conectado:
Un estudio de Harvard ha descubierto una fuerte asociación entre la felicidad y las relaciones cercanas, como la pareja, la familia, los amigos y el círculo social. “La conexión personal crea estimulación mental y emocional, que mejora automáticamente el estado de ánimo, mientras que el aislamiento lo deprime”, afirma el Dr. Waldinger. Esta también es una oportunidad para centrarse en las relaciones positivas y alejarse de las personas negativas, o al menos minimizar las interacciones con ellas.
Si necesitas ampliar tu vida social, prueba el voluntariado por una causa que te guste. Lo más probable es que conozcas a más personas con ideas afines. El voluntariado también es otra forma de aumentar la felicidad al brindar un sentido de propósito.