El estudio involucró a 3.306 participantes de 45 años o más, cuyos hábitos de sueño se registraron en 2011, 2013 y 2015, seguidos de un control de salud cinco años después. Los datos, analizados por un equipo de la Universidad Médica de Wenzhou en China, mostraron que quienes acumulan al menos siete horas de sueño por noche tienden a tener una salud significativamente mejor en el futuro.
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“El envejecimiento exitoso se evaluó en 2020 y se definió como estar libre de enfermedades crónicas importantes, sin deterioro físico, una función cognitiva alta, buena salud mental y compromiso activo con la vida”, escriben los investigadores en su artículo publicado.
Al final del período de estudio, solo 455 personas (13,8 por ciento) marcaban todas las casillas de los criterios de envejecimiento exitoso. De ellos, 307 (alrededor de dos tercios) dormían constantemente más de siete horas por noche.
Los participantes se dividieron en cinco grupos en función de sus hábitos de sueño a lo largo de los cuatro años: estable prolongado (8-9 horas de sueño con regularidad), estable normal (7-8 horas con regularidad), decreciente (de un promedio de más de 8 a menos de 6), creciente (de un promedio de menos de 6 a más de 8) y estable breve (5-6 horas con regularidad).
Las posibilidades de envejecimiento exitoso fueron significativamente mayores entre los grupos de estable prolongado y estable normal (17,1 por ciento y 18,1 por ciento respectivamente) en comparación con los grupos decreciente (9,9 por ciento), creciente (10,6 por ciento) y estable breve (8,8 por ciento).
“En relación con los participantes con la trayectoria de duración del sueño estable normal, aquellos con la trayectoria de baja estabilidad y creciente tuvieron un 36 por ciento y un 52 por ciento menos de probabilidades de envejecimiento exitoso, respectivamente”, escriben los investigadores.
“Los participantes con trayectorias decrecientes también mostraron probabilidades más bajas, aunque esto no fue estadísticamente significativo, probablemente debido a las limitaciones del tamaño de la muestra”.
El equipo tuvo en cuenta factores como el peso, el consumo de alcohol y el sexo en su análisis, aunque la naturaleza del estudio no puede confirmar una relación directa de causa y efecto.
Lo que sí ofrece es más evidencia de la importancia de un sueño prolongado y constante.
Investigaciones anteriores también han destacado que dormir siete horas por noche es un punto óptimo para dormir y envejecer bien. También sabemos que existen vínculos entre el sueño y la protección contra una amplia gama de problemas de salud física y mental.
China, donde se llevó a cabo la investigación, tiene una de las poblaciones que envejece más rápidamente del planeta, pero es un problema global. A medida que el mundo envejece, debemos asegurarnos de que también se mantenga saludable.
“Estos hallazgos subrayan que la privación crónica del sueño, así como los patrones de aumento y disminución de la duración del sueño, no son meros cambios relacionados con la edad”, escriben los investigadores.
“Más bien, surgen como indicadores fundamentales de obstáculos en la búsqueda de un envejecimiento exitoso”.
La investigación se ha publicado en BMC Public Health.