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Alejandro Sanz publica carta abierta a fan que lo acusó de abuso emocional

El cantante español Alejandro Sanz rompió su silencio esta semana, confirmando que mantuvo una relación con Ivet  Playà, la mujer que recientemente lo acusó de abuso emocional y manipulación, describiendo su romance de años como una “pesadilla”.

La mujer afirma que el artista español Alejandro Sanz la acosó a los 18 años y que durante años fue infiel a sus parejas.

En un comunicado publicado en sus redes sociales, Sanz reconoció el romance y respondió a las afirmaciones virales que han dominado los medios españoles y latinoamericanos en los últimos días.

“Ivet, tengo un recuerdo tan hermoso de nosotros dos, dos adultos compartiendo cariño y libertad”, escribió Sanz. “Es una pena que este sentimiento ahora se haya destruido”.

Según el cantante, la situación se agravó después de que rechazara una propuesta comercial de Playá en mayo. Supuestamente le había pedido que invirtiera en los negocios de su familia, pero Sanz afirmó que se negó tras consultar con sus asesores financieros. Insinuó que las acusaciones públicas eran una represalia.

“Me pediste que invirtiera en algunos de tus negocios familiares. Tras consultarlo con mis asesores, dije que no”, escribió. “Siento tu reacción, pero quiero que sepas que nunca he participado en esas tácticas ni lo haré. Espero que encuentres tu camino y la felicidad”.

 Playà, por su parte, se hizo pública el 16 de junio a través de TikTok e Instagram. En una serie de emotivos vídeos, detalló cómo comenzó la relación cuando era adolescente y una fan incondicional.

“Todo empezó en 2015. Yo solo era una fan, y él me seguía en redes sociales. No podía creer que alguien tan famoso como él le diera “me gusta” a mis fotos y me enviara mensajes privados”, dijo.

Afirma que la dinámica cambió cuando cumplió 18 años y la contrataron para ayudar a coordinar los clubes de fans oficiales de Sanz en toda España. A los 22 años, dice que dejó su casa en Barcelona para mudarse a Madrid, donde la relación se volvió física.

“Pensé que estaba viviendo un sueño”, dijo Playá en un vídeo. “Pero se convirtió en una pesadilla. Me siento engañada, utilizada, humillada, incluso sucia. Ni siquiera sé quién pudo haber visto las cosas privadas que le envié con total confianza”.

La revelación ha sacado a la luz no sólo la intimidad del artista, sino también cuestiones sobre los límites entre los ídolos y sus seguidores, la exposición en las redes sociales y las consecuencias de las relaciones desiguales en términos de edad y poder.

El artista, ahora de 55 años, no ha abordado la diferencia de edad ni la cronología en detalle, ni ha dado más aclaraciones.