Sarra Erb, musicoterapeuta del Banner Children’s, tiene un trabajo con el que muchas personas solo pueden soñar. Le pagan por cantarles a los bebés en el hospital.
Parte de su función como musicoterapeuta consiste en cantarles a los bebés enfermos y prematuros en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN). Erb está especialmente capacitada para usar su voz melódica para calmarlos, junto con un toque calmante para contrarrestar los empujoncitos y pinchazos ocasionales necesarios para el tratamiento que salva o mantiene la vida.
Refuerzo positivo a través del canto
“Les estamos ayudando a aprender que no todo contacto es malo, brindándoles refuerzo positivo a través del canto o el tarareo mientras hacen un ‘toque suave’, para que no tengan miedo de las experiencias sensoriales a medida que crecen”, dijo Erb.
Erb hace los mismos movimientos suaves 10 veces en la misma zona, como en la cabeza o la mejilla de Boston, para que aprenda a saber qué viene a continuación y desarrolle confianza. Erb canta cada canción infantil de cinco a diez veces seguidas por la misma razón.
Los estudios han demostrado que la musicoterapia ayuda a los bebés a salir de la UCIN más rápido y requieren menos medicamentos durante el tratamiento. Ayuda a mejorar la forma en que los bebés procesan la información, aumenta las oportunidades de desarrollo y promueve el comportamiento de auto-calma.
Erb puede cantarles a bebés de tan solo 28 semanas, aunque no los sostiene ni les enseña técnicas de contacto suave hasta aproximadamente las 32 semanas, ya que durante ese período todavía están desarrollando sus sentidos.
Su papel en la UCIN se vuelve especialmente importante cuando los padres no pueden estar al lado de la cama del bebé durante un largo período de tiempo.
La musicoterapia puede ayudar a normalizar el entorno hospitalario para los niños, creando actividades significativas para involucrar a los niños y ayudarlos a comunicarse mejor durante el tratamiento. Cada sesión se adapta a las necesidades específicas de cada niño.