Un estudio revela que tener una mascota a largo plazo está asociado con un deterioro cognitivo más lento a lo largo del tiempo.

Tener una mascota, como un perro o un gato, especialmente por cinco años o más, podría estar vinculado a un deterioro cognitivo más lento en adultos mayores, según un estudio preliminar.

Estudios anteriores han indicado que el vínculo entre humanos y animales puede tener beneficios para la salud, como reducir la presión arterial y el estrés, según la Dra. Tiffany Braley, del Centro Médico de la Universidad de Michigan en Ann Arbor y miembro de la Academia Americana de Neurología. “Nuestros hallazgos sugieren que tener una mascota también podría ayudar a prevenir el deterioro cognitivo”, señaló.

El estudio examinó datos cognitivos de 1369 adultos mayores con una edad promedio de 65 años, todos con capacidades cognitivas normales al comienzo del análisis. El 53 % tenía mascotas, y el 32 % eran dueños de mascotas a largo plazo, definidos como quienes las tuvieron durante cinco años o más. Del total de participantes, el 88 % eran blancos, el 7 % negros, el 2 % hispanos y el 3 % pertenecían a otra etnia o raza.

Los investigadores utilizaron datos del Estudio de Salud y Jubilación, un amplio estudio sobre beneficiarios de Medicare. En dicho estudio, se realizaron múltiples pruebas cognitivas. Los investigadores utilizaron estas pruebas para desarrollar una puntuación cognitiva compuesta para cada persona, que oscilaba entre 0 y 27. Esta puntuación compuesta incluía pruebas comunes de resta, conteo numérico y memorización de palabras. Posteriormente, los investigadores utilizaron las puntuaciones cognitivas compuestas de los participantes y estimaron la asociación entre los años de posesión de mascotas y la función cognitiva.

Durante seis años, las puntuaciones cognitivas disminuyeron más lentamente en los dueños de mascotas, siendo esta diferencia más notable entre quienes tenían mascotas a largo plazo. Al considerar otros factores que influyen en la función cognitiva, el estudio reveló que los dueños de mascotas a largo plazo obtuvieron, en promedio, una puntuación cognitiva compuesta 1.2 puntos más alta después de seis años, en comparación con quienes no tenían mascotas. Además, se encontró que los beneficios cognitivos de una tenencia prolongada de mascotas eran más significativos para hombres, adultos negros y personas con educación universitaria. Braley señala que se necesita más investigación para comprender mejor estas asociaciones.

“Como el estrés puede impactar negativamente la función cognitiva, los posibles efectos de alivio del estrés que conlleva tener una mascota podrían ser una explicación razonable para nuestros hallazgos”, señaló Braley. “Además, una mascota puede fomentar la actividad física, lo cual podría favorecer la salud cognitiva. Sin embargo, se requiere más investigación para validar estos resultados y entender los mecanismos detrás de esta relación”.

Una de las limitaciones del estudio fue que la duración de la tenencia de mascotas se evaluó en un único momento, lo que impidió contar con información sobre la continuidad de dicha tenencia.

El estudio fue respaldado por los Institutos Nacionales de la Salud, el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre, y el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento.

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